Uno de cada siete jóvenes españoles abandona los estudios antes de cumplir los 18 años
(Datos del INE, 2023)
Hace un tiempo estuvimos en el IES Prado de Santo Domingo de Alcorcón impartiendo un taller de cine a los alumnos del Aula de Compensación Educativa (ACE). La experiencia que allí vivimos me hizo reflexionar sobre el poder de atracción que tiene el séptimo arte en los adolescentes y su potencia como herramienta formativa.
El ACE es un recurso educativo para alumnos de 14 y 15 años con dificultades de adaptación al marco escolar y con un desfase curricular significativo. Este proyecto permite a adolescentes que se ven apartados del sistema educativo debido a barreras lingüísticas, a problemas familiares o a dificultades sociales, seguir un camino alternativo que les conduzca a una formación profesional con la que optar a un futuro laboral digno.
En el marco de este proyecto, además de ofrecer a los alumnos unas nociones básicas de materias comunes como matemáticas, lengua y ciencias naturales, se les intenta estimular con diferentes charlas y cursos impartidos por profesionales de diferentes sectores para que vayan descubriendo qué les gustaría hacer con su futuro. Y es por esto que el equipo del IES Prado de Santo Domingo decidió contar con Tresmirillas para impartir un taller de cinematografía.
Siempre he considerado que el cine habla un lenguaje universal y es un tema de interés general, y los chicos del ACE no tardaron en confirmármelo. El nivel de implicación que mostraron hacia lo que les contábamos desde el primer minuto fue impresionante y la ilusión que pusieron en la segunda parte del taller, llevando a la práctica lo aprendido y rodando un pequeño cortometraje guionizado por ellos mismos fue tremendamente gratificante.
Una muestra más de que el cine es sinónimo de cultura y de expresión artística y un generador de emociones. A lo que ahora puedo añadir algo más: también funciona increíblemente como herramienta formativa y de integración.
La educación es la llave que abre las puertas del futuro. Sin embargo, en España, uno de cada siete jóvenes se queda sin esta llave. Tomemos conciencia y utilicemos las herramientas que tenemos a nuestro alcance.